Empresarios y las empresas start-up atraen mucha atención. Bueno, algunos sí.
Desafortunadamente, los empresarios de "barrio" no comparten la atracción ni recogen, ni siquiera una fracción del financiamiento que sus primos más conocidos en tecnología hacen. Sin embargo, los líderes de las organizaciones que apoyan a los empresarios de los barrios dicen que su papel en comunidades desatendidas tiene un impacto enorme y que estos empresarios son la base para modificar a barrios con problemas.
Los empresarios del barrio típicamente son de la categoría de microempresas – empresas con menos de cinco empleados. Connie Evans, Presidenta y CEO de la
Asociación de Oportunidad de la Empresa (AEO por sus siglas en inglés) dice que en la suma total, las microempresas contribuyen al empleo de 41.3 millones de individuos, el 31 por ciento de todo el empleo del sector privado. ¿Cuál es el impacto económico? Cerca de $5 billones a nivel nacional, según su propio estudio: Bigger than You Think: The Economic Impact of Microbusiness in the United States. (Es más grande de lo que piensas: el impacto económico de la microempresa en los Estados Unidos).
Los resultados de las microempresas se amplifican en los barrios pobres, y tienen aún más relevancia.
?Evans dice que por lo general, los dueños de negocios tienen más de 2.5 veces de riqueza comparado con los que no son dueños y que sus investigaciones demuestran que “si podríamos ayudar a hacer crecer a los negocios para que pudieran llegar a tomar sólo a tres empleados más, podríamos llegar a empleo pleno en estos barrios con dificultades”.
“La ventaja es aún más evidente para las poblaciones de minorías y de mujeres” dice Evans, quien comenta sobre la evidencia en su estudio recién publicado, “The Tapestry of Black Business Ownership in America: Untapped Opportunities for Success”, (El tapiz de la propiedad de negocios de negros en América: oportunidades sin explotar para el éxito) que fue financiado por la
Fundación Kellogg. El estudio indica que la propiedad del negocio es un camino importante para achicar la brecha racial de riqueza. “Mientras que los adultos blancos tienen 13 veces la riqueza que hacen los adultos negros, cuando comparamos la riqueza media de los propietarios de negocios de negros y de blancos, la brecha de la riqueza media disminuye a un multiplicador de tres”.
Aquí es como las organizaciones sin fines de lucro basadas en Tampa, Detroit y Memphis están resolviendo problemas apoyando a los empresarios de barrio y enfocando en unas de las necesidades más urgentes de las mismas comunidades desatendidas donde operan. Si bien las organizaciones no tienen recursos para que los economistas puedan medir su progreso, con una extrapolación informal basada en los datos anotados arriba, se pueden dar una idea de cuán poderosas son las iniciativas económicamente y cómo, mientras también proveen beneficios a los barrios de distintas maneras, quizás menos tangible, pero igual vitales para el éxito de ellos.
Transformando desafíos hacia oportunidades en Wimauma, Florida
Wimauma es un pueblo rural, de mayoría hispana, ubicado en el suroeste de Tampa, Florida. El pueblo tiene una falta seria de servicios e infraestructura, y tiene un índice de pobreza entre el 40 y 45 por ciento. No existe el transporte público, y el acceso a Internet/wifi y a vivienda asequibles es muy escaso, para nombrar algunos de los problemas. En diciembre del 2016, una start-up sin fines de lucro que se llama Enterprising Latinas, dedicado a apoyar, desarrollar y promover mujeres trabajadoras y empresarias, se instaló en Wimauma.
“Si hubo un lugar donde faltaba apoyo a las mujeres, es aquí,” comento Liz Gutiérrez, Fundadora y CEO de
Enterprising Latinas. “Sabíamos que había una escasez de recursos aquí, y mucho talento también.”
Con el intento de encontrar la manera más eficaz de involucrar a las mujeres en la economía local – muchas de ellas que hablan exclusivamente español -- y a la vez poder resolver un problema importante de la comunidad, Gutiérrez decidió enfocar la falta de buena calidad del cuidado infantil. Según Enterprising Latinas, existen aproximadamente 700 niños menores de cinco años de edad que cuentan con un solo centro formal de cuidado infantil en la zona.
Gutierrez lanzó “Wimauma Cares” en enero 2017, un programa para entrenar mujeres a ser proveedoras del cuidado infantil con certificados -- trabajadoras de Licensed Family Childcare. El interés fue enorme, se presentaron más de 80 mujeres que aplicaron a 25 puestos. Finalmente, pudieron tomar 38 mujeres, quienes están terminado el programa ahora. Van a abrir un nuevo cohorte en el otoño.
Graduados del programa reciben la licenciatura en el Desarrollo de niños (Child Development Associates Degree o CDA) después de concurrir 120 horas de curso, licencias y exámenes. Enterprising Latinas cubre la mayoría de los costos. El programa las guía a través de las próximas fases también – inspecciones de casa y como afrontar los aspectos financieros y de marketing del negocio. Enterprising Latinas trajo una instructora de habla hispana y ofrece las clases en dos idiomas: inglés y español. Cuatro de las mujeres del programa ya han recibido esta certificación y están trabajando en los próximos pasos. Gutiérrez apunta a tener siete nuevas guarderías infantiles en casas abiertas dentro de un año.
Jackie Brown, nativa de Wimauma y graduada del programa, esta buscando credenciales aún más altos y actualmente está esperando las inspecciones finales: de las reformas que convirtieron a su modesta casa en un espacio para servir como guardaría infantil, donde ella ofrecerá cuidado tradicional para niños y también Voluntary Pre-kindergarten (VPK). Está emocionada de abrir su negocio y también por poder devolver algo a su comunidad, incluyendo al mismo Enterprising Latinas. “Yo tengo un nuevo propósito, una nueva vida, completa,”
comenta Brown quién dice que hubieron mujeres de todos los ámbitos que participaron en el programa,“ellas quieren trabajar, hacer un aporte positivo a este mundo.”
Actualmente, Gutiérrez esta considerando nuevas ideas y fuentes de financiamiento para seguir “transformando desafíos de la comunidad.” Entre ellos, desarrollar una compañía de transporte – “Arriba” - con rutas fijas a través de toda la comunidad, siete días por semana. Una iniciativa como ésta se apuntará como unas de las brechas más difíciles en la infraestructura de Wimauma, al mismo tiempo proporcionará puestos de trabajo a once mujeres conductoras, mientras que permite a otros llegar al trabajo y otros lugares. "Las instituciones públicas no están listas para seguir adelante, así que ¿por qué no nosotros?" pregunta Gutiérrez.
Alimentando a los vecinos en Detroit
“Esta es la manera como se verá al trabajo del siglo 21: gente trabajando en el negocio de cuidar a otra gente,” dice Devita Davison, Directora Executiva de FoodLab Detroit. “La solución no va a venir desde arriba, sino vendrá de la comunidad – viniendo de unos a otros, al final del día vamos a tener que cuidar a nuestros hijos, posiblemente alimentando a alguien desde tu casa mientras ellos vayan a trabajar.”
Foodlab Detroit “trabaja con mujeres de color, empresarios de color e inmigrantes, a propósito,” proveyendo talleres y capacitación para ayudarlos en desarrollar sus negocios de alimentos florecientes. Esto permite a los empresarios potenciales, quienes en este momento solo se dedican a la preparación de comida desde sus casas, a formalizar sus negocios y metas.
Y a los empresarios de alimentos quienes ya están más establecidos, los capacitan en mejorar sus presentaciones a inversores, para obtener un capital. También se está desarrollando un programa enfocado a empresarios de alimentos con empleados.
Los programas operan a través de una serie de módulos, todos respaldados con la filosofía central de FoodLab: la metodolgía de triple línea de fondo – la rentabilidad, la gente y el planeta. Davison dice que los participantes, denominados “miembros”, no firman un contrato, sino, les piden que se comprometan a esa metodología. “Sí, rentable y sustentable, pero, hay que pensar también en los ecosistemas de la gente – los empleados, los vendedores, la comunidad a la que sirven – el planeta,” dice Davison.
La afiliación ha florecido en más de 200 empresarios en los cuatro años, desde que FoodLab tiene una organización sin fines de lucro propia.
Un miembro, April Anderson, Pastelera Chef y Co-Dueña de Good Cakes and Bakes, basado en Detroit, quien participó en la capacitación de FoodLab dice que: “la cosa más importante que hemos aprendido hasta ahora ha sido que tenemos que crear una cultura corporativa, que no solo beneficia a nuestro crecimiento del negocio sino que también beneficia al crecimiento de nuestros empleados.”
Anderson dice que ponen énfasis en alrededor de su barrio porque “es la comunidad y nuestros vecinos quienes mantendrán [el éxito] de nuestro negocio.” Ella comenta que también buscan para la contratación de empleados primero en su propio barrio, y que también apoyan a organizaciones del barrio con eventos para la recaudación de fondos.
Davison, apasionada sobre el trabajo que están haciendo, dice que FoodLab Detroit está ubicada en la intersección entre: “la comida, el empresario y la justicia.”
Capitalizando los barrios sub-bancados en Memphis
La falta de capital es constantemente citada como una de las razones principales para el fracaso de negocios. Pero acceder a capital desde los barrios en dificultades, y en particular para negocios pequeños, quienes no tienen suficiente historial ni escala ni calificación crediticia, la posibilidad se hace simplemente incapturable.
“Nos vemos como el prestamista del barrio,” dice Anthony Young. Él es el Director de Desarrollo Económico de
River City Captial, una institución financiera de desarrollo de la comunidad (CDFI por sus siglas en inglés) basado en Memphis, que se enfoca en tres de los barrios más pobres. “Tenemos la capacidad de proveer capital a los sub-bancado y sub-servido. Hay muchos negocios buenos en estos barrios quienes simplemente no han tenido el acceso a capital y nosotros podemos cerrar la brecha y ayudar a los negocios pequeños a desarrollar, a prosperar y mover la aguja económica en estos barrios.”
River City Capital opera bajo una organización sin fines de lucro que se llama Community Lift que fue fundada para revitalizar barrios en dificultades, empezando con Frayser, Binghampton y Upper South Memphis. River City cerró su primer préstamo hace cuatro años atrás. Young dice que reciben referencias de bancos tradicionales que no pueden atender estas solicitudes, y también mediante la construcción pro-activa de relaciones en toda la comunidad. Dice que han cerrado catorce préstamos hasta ahora, que van desde $2000 hasta $150,000 – con cero delincuencia – y que también apoyan a sus clientes con expertos en negocios. Los negocios a los que sirven son diversos, van desde los floristas a las cervecerías, y también a músicos y la más reciente: una escuela chárter de base autónoma.
“Como una empresa start-up, fue imposible recibir fondos desde instituciones financieras tradicionales. Simplemente, no tuvimos una historial ni historia que satisfaga a sus requisitos de préstamo,” dice Pamela Brown, Directora Ejecutiva de Granville T. Woods Academy of Innovation (GTW), un escuela chárter enfocada en ciencia, tecnología, ingeniería, y matemática (STEM por sus siglas en inglés), la cual sirve a un barrio de Frayser. La escuela provee servicios no sólo a los niños inscriptos, sino también a sus familias. “Eso es fundamental,” dice Brown, “para la revitalización del barrio.” Ella describe a su población como más del 90 por ciento Título 1, de bajo ingresos, y aproximadamente 92% afro-americana con una presencia hispana.
En la escuela, los estudiantes están teniendo un éxito altísimo por muchas medidas - superando a sus homólogos en las pruebas nacionales normales y obteniendo premios en deportes y competiciones de 4H. En dos años, la inscripción de GTW ha crecido desde 315 en más de 420 estudiantes. River City aprobó un préstamo a la escuela por $100,000 en abril, lo cual le permitirá continuar los servicios hasta que reciban los fondos a través del Estado.
El CEO de Community Lift, Eric Robertson, dice que la intencionalidad es clave, un concepto que él dice que “se pierde en el empuje de regionalismo” y que este trabajo tendría que ser hecho donde vive la gente más necesitada: en el barrio.
Si a usted le gustaría apoyar a estas organizaciones sin fines de lucro o involucrarse, por favor visitar a sus sitios web:
Enterprising Latinas,
Foodlab Detroit and
River City Capital. O si le gustaría ubicar una CDFI cerca de usted, cliquea aquí
Opportunity Finance Network.