A principios del año 2015, bajo el liderazgo de Rick Ríos el capítulo de South Shore de la organización Community Foundation of Tampa Bay comenzó a evaluar sus esfuerzos frente a los resultados en el área en la que sirven.
Wimauma, una comunidad rural del sur del condado cuya población aumentó en un 50 por ciento entre los censos de población del 2000 y 2010 a más de 6 mil 500 residentes, era de particular preocupación. Compuesta primordialmente de gente que trabaja en campos de cultivo, con un promedio de ingreso per cápita que en el 2015 fue $12,647, por debajo del ingreso promedio que del condado de Hillsborough de $27,764, la organización Community Foundation creía que Wimauma era un lugar en donde programas enfocados apropiadamente podrían hacer la diferencia.
¿De qué manera podría el Consejo de South Shore apoyar a Wimauma e impactar su futuro? Esa era la pregunta.
La organización Community Foundation inició conversaciones con miembros del la Junta del Distrito Escolar del Condado de Hillsborough, que les dijo que los niños de Wimauma llegaban a kindergarten sin preparación para aprender.
Basado en esas conversaciones, quedó claro que el objetivo de la Fundación de lograr que los niños estuvieran preparados en tercer grado no se había alcanzado. Otros problemas como insuficiencia alimenticia, barreras de lenguaje, así como atención médica y odontológica que necesitaban ser resueltos fueron también identificados.
Después de realizar las evaluaciones de la comunidad y con suficiente información para seguir adelante, la Fundación llegó a la conclusión que la creación de una escuela comunitaria podría ser la solución a muchas necesidades de los residentes de Wimauma. Pero podría significar una gran empresa con implicaciones de meses, quizás años en planificación.
Una escuela comunitaria es un concepto con muchas variantes. El objetivo principal es suplir las necesidades educativas que rebasan las que pueden resolver o ser abordadas en las escuelas tradicionales.
“Sólo porque un niño está fallando en matemáticas, la respuesta no es necesariamente un tutor de matemáticas”, explica Rick Ríos. “El niño puede tener hambre o estar enfermo”.
El club de niños y niñas (Boys and Girls Clubs) de la bahía de Tampa, BCG, que ya administra exitosamente programas de escuelas de la comunidad en otras áreas de la región fue traído a bordo. En la medida que avanzó la planeación a principios del 2015, el distrito escolar expresó preocupación por la gran cantidad de “pérdida de aprendizaje” que ocurría con los estudiantes de Wimauma cada verano. A diferencia de los niños de familias más afluentes, los niños de Wimauma tenían pocas oportunidades de experiencias educativas o de aprendizaje en casa.
El club de Boys and Girls propuso la creación de un programa de aprendizaje de verano. Sería el primer paso hacia la formación de la escuela de la comunidad y podría organizarse más rápidamente. El costo estimado fue de $50,000. Una propuesta de subvención fue presentada a la Fundación y aprobada.
El siguiente reto fue encontrar un lugar de ubicación. El parque Bethune, situado en el corazón de Wimauma, resultó ser la respuesta.
Cerrado por mucho tiempo y sus edificios en decadencia, el parque era un sitio problema. Pero A través de la coordinación de los esfuerzos del Departamento de Parques y Recreación del Condado de Hillsborough, que accedió a reabrir el parque, las señales de no invadir fueron removidos e iniciaron los trabajos de remozamiento.
La iniciativa de Parques y Recreación rápidamente fue seguida por el departamento del sheriff del condado de Hillsborough, que, después de años de batallar con problemas en el parque abandonado, estaban más que felices de ver que se le estaba dando un buen uso. Una vez que el programa de verano estaba operando, el Departamento del Sheriff hizo arreglos para apoyar la iniciativa y se convirtió en el titular de contrato de arrendamiento de los edificios del parque.
Impacto a través del tiempo
El programa de verano del club Boys and Girls de Wimauma que se lanzó en junio del 2015, fue exitoso instantáneamente. A solo dos semanas de ser anunciado, las inscripciones se llenaron con 92 niños.
El programa de verano tuvo tanto éxito y la necesidad del mismo en la comunidad era tan obvia que el club de Boys and Girls hizo el compromiso de crear un club de tiempo completo. El éxito engendra éxito y cuando la historia de Wimauma se contó, la subvención de $50,000 de la fundación Community Foundation se convirtió en $500,000.
Chris Letsos, Presidente y Director General del club de niños y niñas Boys and Girls de Tampa, dijo, “nunca he visto una comunidad movilizarse de la manera en que lo ha hecho el sur del condado. Estamos bendecidos con nuestras Alianzas”.
“Somos Wimauma”, ahora es un grito para el futuro; un “faro central”, donde el lema es “Promesa, Propósito, Progreso”. Parte de ese progreso incluye programas de extensión en la escuela primaria Wimauma y la escuela media Shields. Programas and antes y después de la escuela son proveídos.
“Los preparamos para ir en la mañana, y les damos a alguien con quien hablar por la tarde”, dijo Letsos. Citando el éxito en programas similares de BGC en la bahía de Tampa, Letsos dice “noventa y ocho por ciento de nuestros niños se graduó de secundaria, el 99 por ciento nunca se vio envuelto con el sistema de justicia. Esperamos las mismas estadísticas para Wimauma."
La escuela comunitaria de Wimauma está tomando forma, un programa, una historia de éxito a la vez. Para alcanzar su máximo potencial tomará tiempo y dinero. BGC de la bahía de Tampa ha fijado la meta de recaudación de fondos de $3 millones para su expansión en el parque Bethune; una meta que puede sonar desalentadora en cualquier otro lugar.
Invertir en el futuro de una comunidad es un acto de optimismo; una creencia en que, cuando se da la oportunidad de educación y una mejor calidad de vida, la gente la tomará. Mientras los planes para crear la escuela comunitaria de Wimauma se solidifica, varias familias prominentes del Condado de Hillsborough han demostrado su optimismo... y filantropía.
Cuando Richard (Dick) Stowers era un adolescente, solía viajar en el autobús de Tampa a Brandon para asistir a la escuela. La secundaria Hillsborough High era demasiado grande y concurrida. Se sentía más cómodo en una escuela más pequeña en el bosque. En la clase de 1947 cuando se graduó Stowers fueron 94 personas.
El tiempo lo es todo y la economía estadounidense después de la guerra estaba a punto de despegar. Para 1960, Stowers pudo comprar la casa que alguna vez fue su parada de autobús de Brandon. La hermosa casa pre-guerra, durante mucho tiempo un punto emblemático de Brandon, se convirtió en funeraria Stowers, y Dick Stowers se convirtió en un exitoso hombre de negocios.
Conociendo su amor por el sur del Condado, amigos y simpatizantes del fondo comunitario, Cy y Joanne Spurlino, quienes, según Chris Letsos, hicieron una “inversión transformacional” hacia la meta de $3 millones de la escuela comunitaria, presentaron el proyecto de Wimauma a Dick y Raymetta Stowers. El resultado fue una donación inmediata de los Stowers de $200,000, hacia una donación prometida de $1 millón, incluyendo una donación de los amigos Joe y Ann García.
La generosidad de estos tres viejos amigos ha permitido que BGC alcance casi la mitad de la meta. Más información sobre el compromiso de Cy y Joanna Spurlino será anunciado el 30 de marzo en Wimauma.
Cómo luce el éxito
En una bella tarde de Florida en el parque Bethune, un trozo de colorida tela de paracaídas flota en el aire; levantada hacia el cielo como los sueños de los niños corriendo debajo de él. Mirando desde cerca, De'Anna Irizarry, Directora de área de BGC y Ronnie Peacock, Director del Club de Wimauma, sonríen mientras los niños ríen y se caen en el suelo.
El club de Boys and Girls de Wimauma, con sus paredes recién pintadas y sus obras de arte hechas a mano es un lugar de diversión, seguridad y aprendizaje, donde abundan los mensajes positivos para sus miembros que van desde kindergarten hasta quinto grado.
“Queremos que nuestros hijos tengan un sentido de propiedad y pertenencia”, dice Irizarry.
“Usamos el parque entero”, agrega Ronnie Peacock, “ya no es un lugar ‘caliente’ para pandilleros y vagabundos”.
El Departamento del Sheriff del Condado de Hillsborough mantiene una presencia permanente en las instalaciones. Jim Merry, Subdirector de Recursos de la Comunidad del Sur del Condado, visita con frecuencia, a menudo orienta, asesora y trae regalos. El otoño pasado, todos los niños en el club recibieron una mochila nueva cortesía del Departamento del Sheriff.
"Cuando Merry hizo su primera visita se podía decir que desconfiaban de él, pero ahora es un amigo”, dice Irizarry. “Queremos que se sientan cómodos con una persona en uniforme”.
Numerosos socios se han sumado a los esfuerzos desde que se abrió el club: vienen tutores del club local 4H y de la escuela media Shields y ofrecen ayuda en temas de la madre. El centro para adultos de Wimauma ha establecido un proyecto conjunto de jardinería ayudando a los niños a cultivar sus propias hortalizas. Una reciente cosecha fue convertida en sushi vegetariano.
La expansión de los horizontes es el resultado de nuevas experiencias. Computadoras están alineadas en una pared entera de la sala de juego del club, que incluye una mesa de billar y juego de pelota.
“Tomamos muy en serio la seguridad en internet”, dice Ronnie Peacock. Constantemente monitoreamos el tráfico para detectar cualquier signo de intimidación. Mantenemos un enfoque académico, estilos de vida saludables, familia y liderazgo”.
Mientras la colaboración entre todos los participantes en la historia de la escuela comunitaria de Wimauma continúa evolucionando, la familia jugará un papel central. Irizarry lo describe como un centro de recursos para toda la comunidad. Dos de los programas de recursos serán pre-kindergarten (VPK) voluntario para abordar la meta de la fundación de lograr el nivel de grado en tercero, además de clases para padres para guiarlos en cómo ayudar a sus estudiantes.
Irizarry dice que el nuevo edificio que se levantará una vez que se alcance la meta de recaudar $3 millones, será como un “faro de esperanza”, donde todos sin importar origen étnico o educación son bienvenidos. Aquí estamos construyendo una familia.
Cómo pueden ayudar los lectores
El apoyo para la expansión del Club de Niños y Niñas Wimauma se puede hacer en línea con una tarjeta de crédito siguiendo este enlace. Bajo la categoría de "Información Adicional", por favor escriba la Campaña Wimauma en el espacio para un Mensaje de Dedicación.
Los cheques pueden ser pagados y enviados por correo a Boys and Girls Clubs de Tampa Bay, ATTN: Campaña Wimauma, 1307 N. MacDill Avenue, Tampa, FL 33607.